Las familias que viven en el asentamiento 14 de Septiembre, en Los Pocitos, se sienten totalmente abandonadas. Sus casas -construidas con maderas, lonas y plásticos- se distribuyen bajo una línea de alta tensión y, según sostienen los vecinos, son la causa de algunas de las enfermedades que aquejan a los niños de la zona. Sin embargo, los problemas que afrontan no afectan sólo su salud. Mariana Suárez advirtió que vive en ese lugar desde que se formó el asentamiento, hace 13 años. "Esto siempre fue así. Todo igual. Aunque quizás estamos peor ahora porque la gente tira mucha basura y nadie se fija en nada. Nosotros vivimos en el olvido", sostuvo.
Ella agregó que, a esa barriada nunca llegaron los beneficios ni los planes de vivienda que ofrece el Estado. "Acá no hay Soluciones Habitacionales. Las casas se nos están cayendo y por culpa de las lluvias de los últimos días se nos mojaron todas las cosas. Nadie se arrima para ayudarnos", reveló.
En este contexto, la dirigente barrial Delicia Aranda señaló que el asentamiento está dentro de la jurisdicción de la Municipalidad de Tafi Viejo y remarcó que las autoridades nunca dieron una respuesta a la situación en la que se vive en esa zona de Los Pocitos. "En este lugar viven más de 200 familias y el suministro de agua potable también es un problema", agregó. Fabiana Villagra es una de las tantas vecinas que día tras día se acerca a una canilla comunitaria para buscar agua. "Conectamos una manguera a un caño que sale del concesionario de León Alperovich. Ahí, nos juntamos para cargar los baldes y tenemos que transportar hasta nuestras casas", explicó. Según reconocieron, de esa manguera también hicieron conexiones clandestinas para contar con agua en sus viviendas.
Los vecinos enfatizan que con sólo caminar por las calles de tierra del asentamiento queda en evidencia la precariedad en la que viven. No tienen alumbrado público y recién hace dos semanas comenzó a pasar el recolector de basura. Ni que hablar de la inseguridad.
Los cables del miedo
Las normas de seguridad y sanidad del Estado prohiben que haya viviendas bajo las redes que transportan corriente de alta tensión. Pero en el caso del asentamiento 14 de Septiembre esas precauciones no se toman en cuenta. Por eso la necesidad de un techo propio prevalece sobre la salud.
En este sentido, Verónica Castillo afirmó que su hijo, un niño de menos de dos años, junto con varios chicos de la zona están enfermos por causa del tendido eléctrico.
"Los médicos me dijeron que las ronchas y granos que le salieron son provocados por los ácidos y las descargas de estas redes. Además, cuando llueve o hay vientos fuertes estos cables se cortan y son un peligro. Hace unos meses hubo tres chicos a los que les dio la corriente mientras jugaban a la pelota debajo de los cables", afirmó.
El intendente Javier Pucharras se refirió a esta situación. "No pueden vivir en ese lugar por la red de alta tensión que pasa por ahí. La única solución es reubicarlos, pero no tenemos tierras fiscales para hacerlo. Tratamos de buscar alguna solución judicial, pero la empresa no colaboró", explicó. Mientras tanto, en el 14 de Septiembre todo sigue igual desde hace 13 años.